¡La temporada de esquí ya ha empezado! y muchos pacientes me preguntan si es necesario la utilización de plantillas personalizadas para la realización de este deporte.
El objetivo principal de este deporte es bajar pistas desde la cumbre, ya sea lo más rápido posible, o tranquilamente dando un paseo con los amigos comentando la jugada, pero en definitiva es bajar una montaña con más o menos inclinación.
Dando por hecho que las botas que hemos elegido son de nuestra talla, el nivel de esquí es medio o medio alto, y ya hemos superado las primeras fases dejando atrás la cuña para girar, la técnica de descenso o gesto del esquiador consistirá en bajar la pendiente con leves giros en paralelo.
Biomecanicamente, el gesto deportivo del esquí es transmitir la fuerza del eje medial del pie hasta el eje medial de la bota y de la bota al esquí, en definitiva, realizar pronación.
Por lo tanto, todos los músculos, tendones, articulaciones implicados en la pronación va a recibir mayor estrés y por lo tanto mayor fatiga muscular.
La gran pregunta: ¿Necesito plantillas si soy pronador?
En principio si no hay lesión, y aguantas una jornada de esquí sin problemas, no necesitas incorporar una ortesis (plantilla/ soporte para el control biomecánico), para controlar la pronación. Pero si al final del día, la parte medial de la pierna está muy fatigada, piensa que se puede reducir la carga medial por medio de una plantilla, es decir, te vas a cansar menos y podrás disfrutar más.
La segunda gran pregunta: ¿Cómo funcionan las plantillas?
El objetivo de las plantillas es reducir los momentos pronadores en el descenso, por lo tanto cuando vayamos a girar cargando el peso en la parte medial del esquí, el pie no se va a mover dentro de la bota puesto que está ocupado por la ortesis y el giro lo realizaremos con menos movimiento, aumentando la eficacia del giro.
La tercera gran pregunta: ¿Soy pronador?
Obviamente, para conocer nuestro tipo de pisada y relacionarlo con el esquí o cualquier otro deporte, debemos acudir a un podólogo experto en biomecánica. Un estudio de la pisada nos indicará cómo es nuestra pisada y las soluciones optimas para mejorar nuestro rendimiento deportivo, y solucionar posibles patologías derivadas.